En una ciudad de Colorado, un edificio que no requiere aires acondicionados ni calefacción tradicionales tiene parlantes que generan artificialmente el ruido blanco que estos artefactos harían. "Los empleados necesitan más que silencio para lograr concentrarse", dice un articulo sobre el lugar.Algo más que silencio. La ciudad se metió hasta el fondo de los laberintos de sus cerebros, con su tragedia y su ajetreo.
En un subsuelo amarillento iluminado de bombitas alimentadas por energía solar, un empleado de marketing relata las bondades del edificio ecológico más moderno y grande del país quizás del mundo. "Los empleados necesitan algo más que silencio", escribe. Escucha el falso susurro de los aires acondicionados que no existen pero suenan, fantasmas de las ciudades asfixiantes que están también en las afueras, en los campos y en nuestras cabezas. Se imagina dulcemente el ruido sordo e irrefutable de una explosión, un derrumbe, una falla en el sistema eléctrico, una bomba, un meteorito. PUM y se acaba todo esto.
Tamara
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