Y los nudos del estremecimiento que hace tanto no sentía poblaron de sensaciones su bronceado estómago. En un pequeño salón del centro se abrió el telón y varias almas conocieron de ellos mismos, algo que pensaron nunca conocerían. Aplauso, palmada efusiva en la espalda, contacto visual, vuelta a casa ya sin nuditos, ya sin pesos, gravitando entre las fantasías de todo lo que le esperaba. Nada mejor que encontrar tu lugar en el mundo.
Sofía Gómez Pisa
No hay comentarios:
Publicar un comentario