En el colectivo van dos chicas exaltadas y me engancho en su telenovela. La chica más alta, que tiene una guitarra, collares de colores y el
pelo como si tuviera rastas, llora. En realidad no llora
pero paró hace segundos, todavía tiene las pestañas mojadas y se refriega los
ojos. Habla con su amiga, que es mucho más bajita y tiene puesto un jean a
pesar de que tiene un vestido por las rodillas y hace 30 grados de calor.
Comentan algo muy alteradas, hablan de una tercera, una Camila que las trató
mal y suspendió el viaje a Brasil. La bajita ahora habla por teléfono con su
novio. Es su novio porque le habla con tono de novia y además porque no va a
cortar hasta después de haberse bajado del colectivo en Ramos. Nadie puede
hablar de Palermo a Ramos salvo que tenga a la persona gratis. Y la mamá no
era. Le cuenta de la traición de Camila. Dramatiza. Dice su cara que el novio
no está tan indignado con Camila como ella. La de la guitarra se volvió a poner
a llorar. La conversación telefónica pasa del chisme al drama en menos de dos
estaciones de metrobus. "Yo no sé si puedo o no puedo estar con vos".
Eso no se le dice a un novio por teléfono desde un 166 atestado cuando acabás
de ser traicionada y dejada sin vacaciones en Brasil al mismo tiempo. Claro que
nadie tiene ganas de nadie cuando está en esas condiciones. Pero la chica no
analiza sociohistóricamente su enojo. Grita tanto que ya no soy yo sola, hay
dos señoras enganchadas con la historia. La amiga se baja. En algún momento,
desapercibida, dejó de llorar. Recién pasando Díaz Velez se pone a llorar la
del teléfono. Igual no corta. La señora que le prestaba atención parece
decepcionada cuando se tiene que bajar. Estamos por llegar a Ramos y yo pienso
si tengo alguna excusa para quedarme, ahora que empezó el drama. "No se si
no me voy, con vos tengo un problema de confianza" "Decime si no
estás de acuerdo" "No, no te voy a reconocer eso. No sos la persona
que pienso". Toco el timbre y se para ella también. Sonrío. Me imagino que
baja del colectivo y la espera el chico para ver el final de la telenovela en
4D.Bajamos. Va para la estación. Yo tengo que doblar. La miro, trato de deducir
algún último dato, espero que se materialice el novio o el amante o Camila...
No pasa nada. Doblo en el cotillón. En la puerta de una verdulería dos señores
comen una especie de asado mientras tienen una conversación mafiosa, pero esa
es otra historia.
Tamara
Muy bueno!! Y hermoso blog, excelente idea. Creo que me voy a pasar seguido :)
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